martes, 24 de abril de 2012

Día del libro.

Ayer celebramos el día del libro en el cole, y qué mejor forma de hacerlo que contando los cuentos que escriben los niños. De modo que celebramos nuestro 4º Concurso de cuentos, y los más votados fueron
los siguientes.

1º puesto: "La mariquita chivata" Edurne.
2º puesto compartido: "El terror" Antonio.
                                  "La moto encantada" Gabi.

Os dejo con los cuentos para que disfrutéis.



La mariquita chivata

Érase una vez una mariquita que le gustaba mucho cotillear de las amigas. Un día un saltamontes le quitó un grano de trigo a las hormigas. La mariquita vio cómo se lo quitaban y fue y se lo dijo, al día siguiente un escarabajo se encontró un pañuelo de la mariposa y se lo guardó y fue la mariquita y se lo dijo. Desde entonces todos los bichitos la llamaba la chivata.

Edurne


La moto encantada

Había una vez una moto que todos querían porque era única en el mundo: corría sola, y todos los hombres la querían montar, pero ella no se dejaba montar, porque era muy rápida.

Gabriel



El terror
Érase una vez un niño que iba paseando por la calle. El niño se llamaba Mario y escuchó: “Ja, ja, ja”y se asustó un poco. Sus papás ya estaban dormidos, se acostó y no pudo cerrar los ojos, solo pensó en lo que le pasó.

Antonio.



El silbato mágico

Érase una vez un niño que tenía un silbato. Pero un día fue a casa de una anciana y la anciana, como sabía hacer magia, le convirtió el silbato en uno mágico. E iba paseando por las calles y la gente iba dándole regalos por el silbato, y él se lo llevaba a la gente pobre para sus hijos.

Chemi


La cabrita

Un día, una cabrita que se llamaba Susi estaba en el prado jugando con sus amigos y amigas. Estaban tan contentos que no se dieron cuenta que el lobo se estabaa acercando muy despacio. Cuando las tenía acorraladas apareció el granjero y sacó la escopeta y de un disparo el lobo se asustó y salió corriendo.

Pablo

 


Los seres pequeños

Había una vez unos seres pequeños que vivían en las paredes de mi casa. Una noche puse en mi8 mesa una manzana y al siguiente día no estaba. Por la mañana vi tres seres pequeños con cola y orejas picudas, y ellos, cuando me vieron salieron corriendo. A uno se le cayó el gorro y yo se lo cogí y se lo di, y nos hicimos amigos.

Mario 




El niño y la gallina

Había una vez un niño que vivía en el campo con su papá. Un día que estaba con la máquina se encontró una gallina grande con cuatro pollitos. La cogieron y se la llevaron a su casa para que no pasara frío.

Raúl


El ladrón y la policía

La gente iba a una joyería y un ladrón rompió un cristal de la joyería y saltó una alarma: riiiiiiiiiin, riiiiiiiiiiiiinnnnnnnnnnn. La policía no encontraba esa joyería, pero puso un mapa que tenía en el coche y el otro policía le indicó el camino a la joyería y los policías consiguieron llegar a la joyería y le metieron en la cárcel y le quitaron las joyas de la mano.

Rubén


El arcoiris que hacía reír

Había una vez un país en el que siempre estaba lloviendo. En él vivían duendes, y como nunca salía el sol, siempre estaba tristes. Un día amaneció con un sol brillante y salió un bonito arcoirirs. Sus colores tenían magia y gracias a ellos los duendes empezaron a reír y nunca volvieron a estar tristes y todos fueron felices.

Anabel



Las nubes y sus gotitas

Eran unos años de sequía. Las nubes estaban tristes porque no llovía. Un día, las nubes les preguntaron a sus amigas, las gotitas de agua, si querían hacer un largo viaje del ciclo del agua, y ellas les dijeron que sí. Las nubes, muy contentas, descendieron a las gotas y empezaron a viajar hasta llegar a un prado porque hay muchas plantas que hay que alimentar. Las gotitas muy contentas, caen suave, hasta llegar al río y viajar de nuevo.

Ale



El pájaro que no sabía volar

Había una vez un pájaro que no sabía volar. En el árbol le estaba ayudando un águila y al final voló.

Andrés


El dinosaurio loco

Érase una vez un dinosaurio que era muy torpe porque una bruja le puso un hechizo. El dinosaurio se llamaba Rex y era muy grande y muy fuerte y su color era el rojo.Un día se cayó en la carretera y al día siguiente se tropezó en un bache. Ya no era torpe porque el hechizo se había ido. Rex ya estaba contento y feliz.

Marco


El niño que le gustan los animales

Había una vez un niño que le gustaban mucho los animales, todos los días se iba al campo y recogía animales de todas clases. Como su madre no quería, él los esconde en su dormitorio. Un día su madre entró para ordenarlo todo y se encontró una serpiente, se asustó tanto que se desmayó y su hijo tuvo que devolver todos los animales al campo. Así su madre fue feliz.

Marina



El conejito feliz

Un día el conejito paseaba por el campo y de repente se encontró a una mariposa y un caracol muy simpáticos. El conejito se hace amigo de la mariposa y del caracol, saltan, revolotean por el campo ¡son tan felices!
El conejito cuando vuelve a casa le cuenta todo a su mamá coneja y le pide que si puede invitar a sus amigos a su casa. Hacen una gran fiesta y se lo pasa geniaaaaaal.

Estefanía


El cementerio encantado

Érase un cementerio muy viejo y un hombre llamado Carlos, ¿ y sabéis qué le pasó? Que se lo comió un lobo y un zombi le salvó y el zombi y el hombre llamado Carlos se hicieron amigos. Y fin. Colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Raquel


Rosa la fantástica

Rosa era una niña a la que le gustaba leer libros de hadas, princesas y lugares fantásticos. Ella se convertía en la protagonista de todos los cuentos y fantaseaba todo el día. Los niños se reían de Rosa y sus fantasías pero a ella no le importaba nada porque así era muy feliz

Elena


El puesto de la feria

Se acercaba el día de la feria anual. Todos preparaban su puesto para el gran día. Julia y sus primas, su puesto era sobre cosas hechas a mano: pulseras, aviones de papel, muñecas de trapo... Cuando llegó el día todo el mundo les compraba y les felicitaban por su trabajo.

Estela


Trompita Eli

Había una vez una elefanta que la llamaban Trompita Eli porque pintaba cuadros con su trompa. Eli no tenía ninguna amiga porque todo el día pintaba, pintaba y pintaba, hasta que un día le llamó la atención unos conejillos que jugaban a su alrededor. Los conejillos le ofrecieron a Eli que jugara con ellos. Eli se divirtió aquella tarde muchísimo y descubrió que había más formas de pasarlo bien.

Daniela 



El caramelo

Una mañana soleada en un país de las chuches nació un caramelo sin olor ni sabor. El señor Chocolate, la señora Piruleta y los caramelos, nadie lo quería hasta que un día llegó un chicle y dijo:
  • Pobre, ¿por qué no lo ayudamos?
Y así todos se hicieron felices y el caramelo tuvo un olor y un sabor.

Nerea 




El niño y el perro

Un niño jugaba en el parque cuando vio a un perro que estaba ladrando para que el niño lo siguiera y el niño fue en busca del perro, a ver qué le pasaba. El perro se fue corriendo y el niño lo siguió y l llevó donde estaba el dueño, que había caído en un hoyo grande para que lo salvara, y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.

Dani. 
 

El deseo de Eric

Faltaba una semana para su cumple, y Eric sabía lo que quería: un superpoder. Él era canijo, bajito y tenía gafas de culo de vaso. Los niños se metían con él, le pegaban y le tiraban piedras.
Llegó su cumple, sopló las velas y pidió su deseo. Al día siguiente se levantó, pero todo parecía igual. Cuando los niños llegaron para pegarle cerró los ojos, pensando que ojalá se pegara entre ellos. Abrió los ojos: ¡Se pegaban entre ellos!
Si le tiraban piedras, él pensaba lo contrario y las piedras caían sobre ellos. Era su deseo, su poder era su mente. Pensara lo que pensara, se cumplía. Ya nunca más tuvo que esconderse gracias a sus poderes.

Nico



El bosque oscuro

Érase una vez una niña que quería ir al bosque oscuro. La niña le preguntó a su mamá:
  • ¿Puedo ir al bosque oscuro para explorar?.
  • No, que hay un lobo suelto y doce murciélagos.
Por la noche, la niña se escapó al bosque oscuro sin que nadie se diera cuenta de ello. Se llevó una linterna para explorar a los murciélagos y al lobo suelto. La niña se encontró al lobo y le dijo:
  • ¡No me comas, por favor! Sólo quiero ser tu amiga.
  • La niña le dio de comer y se hicieron amigos, así día tras día le daba de comer y llegaron a ser inseparables.
Lucía


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