Érase una vez un vampiro asustón. Un día un niño quería ser su amigo y el vampiro se asustó. Al día siguiente otro vampiro quería se su amigo, pero el otro vampiro se asustó. Luego un topo también quería ser su amigo pero otra vez se asustó. Nadie podía ser su amigo porque era muy asustón. Y un día, como no tenía amigos estaba muy aburrido y dijo:
- ¡Ya no seré asustón!
Y ya tuvo muchos amigos y se divirtió mucho.
Rubén
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